El vicepresidente de la institución y responsable de Turismo, Nicanor Sen, en calidad de representante del Consorcio, ejercerá de embajador de la provincia en la presentación prevista este viernes a las 13 horas en el calendario de actos de la B-Travel 2021 ante agencias de viajes, tour operadores, empresas y asociaciones especializadas en turismo industrial. Apoyando su exposición en la proyección de un vídeo promocional del territorio leonés, Sen enfatizará la importante huella que la industria, entendida como la transformación de materias primas, ha dejado en León desde los tiempos de los romanos con la mayor mina de oro del imperio, la de Las Médulas, declarada Patrimonio de la Humanidad que deja constancia de la pericia para horadar la montaña y extraer de ella el preciado metal a través de una intrincada red de canales que transportaba agua desde decenas de kilómetros de distancia.
A este primer pasaje industrial en la historia de León le han seguido otros a lo largo de los siglos. Así, de la Edad Media data la Herrería de Compludo, monumento nacional desde 1968 y una de las pocas que aún conserva el mazo movido por una rueda hidráulica. El legado de un pasado minero y siderúrgico que ha definido la economía, el paisaje y el carácter de la provincia se refleja en el Museo de la Siderurgia y la Minería de Sabero, sobre los primeros altos hornos de España; el Museo de la Energía de Ponferrada; los pozos mineros Julia de Fabero e Ibarra de Ciñera; el Museo del Ferroviario de Cistierna; la línea férrea del Ponfeblino, entre Ponferrada y Villablino, y el Museo del Ferrocarril de Ponferrada.
La industria agrícola y ganadera deja su huella en el Museo de la Industria Harinera de Gordoncillo, el Museo Fábrica de Harinas La Única de La Bañeza o la Lechería La Popular de Sosas de Laciana, la única lechería hidráulica en activo que existe en España, creada en 1920.
El recorrido por los puntos emblemáticos de turismo industrial por la provincia de León se completa con el Museo del Chocolate de Astorga, ciudad en la que llegaron a coexistir más de medio centenar de fábricas chocolateras; el Alfar Museo de Jiménez de Jamuz, ejemplo vivo de una actividad, la alfarera, que León se niega a perder, y el Batán Museo La Comunal de Val de San Lorenzo, antiguo edificio que ya estaba destinado a abatanar paños y mantas en 1920 con la fuerza hidráulica.