El psicólogo del acusado ha declarado este miércoles en la Audiencia Provincial de León indicando que atendió a Ángel A.A. en dos ocasiones durante el mes de mayo de 2018, dos meses antes del asesinato, porque estaba obsesionado con el engaño de su mujer y con la decisión de separarse de ella, ya que, económicamente, no podría hacerse cargo de una pensión compensatoria a la víctima, de mantener a su hija (separada de su marido) y de vivir por su cuenta en otro domicilio. Ángel A.A anuló la tercera consulta con el psiquiatra tras contarle telefónicamente que habían decidido convivir de manera independiente en el mismo domicilio y le pareció que había asumido ‘racionalmente’ que su mujer podía tener otras relaciones.
En la tercera sesión del juicio han declarado también vecinos y los dos hijos del matrimonio. La hija ha dicho textualmente: “jamás vi un episodio de violencia de género de mi padre hacia mi madre. Lo único que le agradezco a mi madre es que me haya elegido como padre a este señor, que siempre ha sido el que ha puesto paz, un hombre que te ayudaba en lo que pudiera. Para mí, como padre y como marido ha sido impecable”. L.A.A. no convivía con sus padres, aunque sí mantenía “un contacto muy estrecho”. De hecho, marchó de la vivienda de sus progenitores cuatro horas antes de que se produjeran los hechos, ya que “ellos venían del pueblo de estar con mi hija, la recogí, estuve un poco con ellos y me fui”.
El otro hijo de la pareja, I.V.V., ha señalado que en los meses previos a los hechos, su padre “estaba muy tenso” por la separación de su hermana y el comportamiento de su ex cuñado, por lo que en alguna ocasión le trasladó que “se sentía como si todo el mundo estuviera en su contra”, así como que sospechaba que María Isabel le estaba siendo infiel. Todo ello, según el testimonio del hijo, hacía que hubiera “tensión en el ambiente familiar”, así como que Ángel A.A. pensara en divorciarse. “Me enteré posteriormente de que mi padre, el maltratador como dice mucha gente, precisamente fue el que quería pedir el divorcio. Si llego a enterarme de muchas cosas que supe después, le habría dicho a mi padre que se separase, pero si no lo hizo fue por mantener unida la familia”.