Las cenizas arrastradas son consecuencia del incendio producido en el Campo de Tiro la pasada primavera. El Ayuntamiento ya alertó en Mayo al Ministerio de Defensa del posible problema en las captaciones de Priaranza y Luyego, solicitando las actuaciones necesarias para prevenir este problema.
Más recientemente, concretamente el 16 de enero, el ayuntamiento solicitó a la comandancia del campo de tiro permiso para acceder al mismo a revisar tanto las captaciones, como la conducción del agua, tras las quejas por parte de varios vecinos de averías en contadores que resultaron ser atascos de carbonilla. A día de hoy, aún no ha sido posible el acceso porque no ha sido revisada la zona por los artificieros solicitados por la comandancia del campo. Por tanto, no es posible evaluar la magnitud de la avería y la duración del problema de abastecimiento generado.
En la reunión mantenida en diciembre de 2020 entre los representantes municipales y la Dirección General de Infraestructuras del ministerio se propuso, por la parte municipal, agilizar este tipo de permisos para evitar situaciones como la actual así cómo realizar controles de la calidad del agua más completos debido a la naturaleza de las actividades que se llevan a cabo dentro del campo de maniobras.
Como la realidad es tozuda, y los hechos tienden a repetirse, desde el municipio se presentarán nuevamente ambas propuestas para garantizar la salud y mejorar el marco de convivencia entre la instalación militar y las personas que viven en el territorio sobre el que se asienta.