Se trata de una empresa mixta, cuya gestión, según recogen los estatutos, corresponde a una empresa privada, Gala Termal Sport, de forma integral. Constituida con el gobierno del Partido Popular, a cargo de Miguel Angel del Ejido, quienes olvidaron que las instalaciones necesitan algo más que su construcción, es necesario llevar a cabo una gestión y un mantenimiento, y en aquel momento se estableció la regulación y gestión con la que el gobierno de UPL nunca estuvo de acuerdo y así lo manifestó en los distintos consejos de administración en los que se llamó la atención sobre el mantenimiento de la instalación, que generaba perjuicio evidente en las estructuras que tuvieron que ser reparadas por el ayuntamiento con obras de impermeabilización de la fachada, maquinaria de suministro o intervención en los sistemas, por parte del equipo de gobierno de UPL, pese a que el Partido Popular se ha arrogado dicho centro como su gran obra, que dejó en unas condiciones lamentables y difíciles de gestionar, pues se encontraba también sin actividades ni programación deportiva adecuada al tipo de instalación, planificación que se requirió de forma expresa en los últimos consejos de administración con el fin de rentabilizar al máximo la instalación ante la situación de pandemia y la previsible subida de la crisis energética, lo que hacía más necesario un aprovechamiento y planificación de actividades en las instalaciones. No obstante el ayuntamiento a través del consejo de administración ya ayudó a la empresa de forma reiterada con dos préstamos.
Sin embargo siempre se ha contado con la oposición del PP al exigir un plan deportivo más allá de la parte lúdica termal, y sorpresas como una salas de máquinas fruto de compras basadas en el amiguismo por parte del Partido Popular y no de las necesarias para dar una prestación adecuada, así se hizo mención en los distintos consejos de administración o una programación deportiva atractiva a un tipo de instalación en la que gobernando el Partido Popular llegaron a alcanzar los más de 5 millones de euros de coste, pese a que como se reitera, cuando gobernó Unión del Pueblo Leonés tuvo que invertir en obras tan básicas como evitar los problemas de humedades, que ha generado deterioros en las estructuras que ha tenido que afrontar el propio ayuntamiento.
La subida importante en la energía y de los carburantes ha supuesto un desequilibrio, pero no puede ser sino una más de las razones de la falta de una previsión de planificación que se ha venido indicando por parte del ayuntamiento de forma reiterada y que efectivamente este desajuste ha supuesto el desenlace por el cual la empresa ha decidido abandonar la gestión. Por su parte el Ayuntamiento exigirá a la empresa hacerse cargo de todas las reclamaciones que pudieran generarse de cobros o de actuaciones pendientes con los distintos clientes.
A su vez a través de las distintos órganos, y cuando tenga constancia formal por parte de la empresa de las actuaciones que quiere llevarse a cabo, pondrá fin a esta gestión que realiza la empresa Gala Termal Sport para rentabilizar las instalaciones deportivas y lúdicas de León termal Sport.
En el año 2022, los ingresos totales obtenidos (según informe de la gerencia del centro) fue de 436.305 € (obteniendo un promedio de 36.359 €/mes), por lo que el cierre “temporal” del mismo no se puede achacar a una disminución significativa, ni del número de abonados ni de los ingresos obtenidos, por lo que se puede colegir que se deben a una deficiente gestión y administración del León Termal Sport (llevadas a cabo por el socio privado Gala Termal).
Hay que recordar que durante el verano de 2019 el Ayuntamiento llevó a cabo las obras de reforma de la fachada este del León Termal Sport, por importe de más de 24.000 €, dada el lamentable estado en que se encontraba, debido a las humedades, transpiraciones y oxidaciones de elementos sufridas en la misma, debidas probablemente a una incorrecta construcción de las fachadas, que son permeables a las condiciones hidro-térmicas generadas en su interior, como consecuencia de su actividad como “balneario” urbano y la falta de diligencia del PP a la hora de controlar la ejecución y entrega del edificio de tan alto valor económico.
Apenas cuatro años más tarde, se vuelven a ver señales de humedades en dicha fachada reformada, lo que refuerza la hipótesis de una deficiente impermeabilización del edificio para la actividad para la que ha sido diseñado y construido.