El sector agrario leonés cerró 2024 con una producción de 870 millones de euros, en lo que Asaja ha calificado como “el año de la ganadería” y un ejercicio “espectacular” en cuanto a inversiones públicas. Así lo han destacado Arsenio García Vidal, presidente de Asaja León, y José Antonio Turrado, secretario general de la organización agraria, quienes han analizado el balance anual del campo leonés y las perspectivas para 2025.
García Vidal señaló que 2024 fue un año de recuperación en el secano tras las pérdidas de 2023, gracias a las lluvias de primavera, aunque los precios se situaron por debajo de lo esperado. En regadío, los rendimientos de cultivos como el maíz y la remolacha descendieron un 8 % respecto al año anterior, a pesar de contar con suficiente agua.
En el caso del maíz, el elevado coste de producción y los bajos precios han dificultado la rentabilidad, con “unas cifras de caída de rendimientos bastante superior a lo que dicen las cifras oficiales de la Junta de Castilla y León”. Por otro lado, el lúpulo logró mejores rendimientos gracias a la aprobación de nuevos fitosanitarios, mientras que el viñedo sufrió una caída en el consumo de vino tinto.
En el ámbito ganadero, Turrado destacó que 2024 fue un año excepcional, con precios atractivos en vacuno y ovino de carne, estabilidad en el lácteo con una reducción significativa en los costes de piensos. “No ha habido un año tan regular para la ganadería en los últimos 25 años”, subrayó, especialmente en las zonas de montaña. Sin embargo, un tercio de las ganaderías en Babia y Omaña se vio afectado por la enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE), aunque se espera que en 2025 las explotaciones estén más inmunizadas.
Inversiones y políticas agrarias
El secretario general de Asaja, José Antonio Turrado, valoró positivamente los resultados de la nueva Política Agraria Común (PAC), que en 2024 redistribuyó fondos favoreciendo a Castilla y León con 50 millones de euros adicionales, de los cuales 10,2 millones llegaron a la provincia de León. “No sabemos explicar el por qué, ya que la PAC no ha venido con más dinero, sencillamente se ha redistribuido ”, aseguró. Aunque siguen manteniendo crítica hacia algunos de los aspectos de la nueva política como que haya que hacer “algunas prácticas agronómicas un tanto absurdas y surrealistas”.
En cuanto a los costes de producción, estos se redujeron un 5,41 % respecto a 2023, principalmente en piensos. La renta agraria neta se ha mejorado y ha ascendido a 183 millones de euros, una mejora sustancial respecto al año anterior, aunque todavía lejos de los niveles de 2021, ni en volumen de ventas ni en beneficios.
Retos para 2025
De cara al próximo año, Asaja pone el foco en la necesidad de mantener la inversión pública en infraestructuras agrarias y en la implementación de la PAC 2025, con medidas que prioricen los intereses de los agricultores y ganaderos. Además, preocupa la presión del mercado internacional, especialmente por los acuerdos con Ucrania y Mercosur, que afectan los precios de los cereales.
El sector ganadero, que aporta el 48 % del valor total de la producción, deberá enfrentar desafíos como el saneamiento ganadero, las enfermedades animales y la necesidad de fomentar la ganadería intensiva. Turrado también alertó sobre los problemas de comercialización en el sector vitivinícola y en el lúpulo, donde las cerveceras no están contratando toda la producción a los agricultores.
El futuro del campo leonés
Con una distribución de la producción que incluye un 52 % de agricultura y un 48 % de ganadería, el campo leonés se posiciona como un pilar económico clave para la provincia. El maíz representa el 30 % de la facturación, mientras que el sector lácteo aporta más del 20 %. La aspiración del sector es alcanzar los 1.000 millones de euros en producción agraria en los próximos años, impulsando sectores en crecimiento como el porcino y la avicultura.
Turrado también hizo mención a la “incertidumbre” que hay en cuanto a la remolacha, porque los precios internacionales del azúcar han bajado, y los agricultores por su parte “si los precios son atractivos sembrarán remolacha y si no lo son, no lo harán”. Pero, incidía el Secretario, la Azucarera juega con una ventaja al tener a los agricultores “cautivos”, porque casi todos tienen concedidos una ayuda agroambiental a la remolacha de la Junta de Castilla y León con un compromiso quinquenal, 5 años, y tienen que sembrar remolacha “sí o sí”, porque sino, tendrán que devolver la ayuda.
El secretario cerró su intervención destacando la importancia de seguir apoyando la incorporación de jóvenes al sector y de mantener las expectativas positivas en cuanto al nivel de los embalses y el desarrollo de los nuevos regadíos. “El futuro del campo leonés depende de que sepamos aprovechar estas oportunidades y no perder el tren en los sectores emergentes”, concluyó.