Los datos que hemos conocido por los expedientes que hemos podido consultar, en cuanto a los restos arqueológicos, existentes o posibles, en el solar donde Mercadona construye una ampliación, podemos sintetizarlos en la siguiente relación:

1. Durante las obras, realizadas, sin control arqueológico, al no ser, en principio, una zona delimitada con tal protección, el pasado 25 de julio el operario de una pala ‘topa’, y daña involuntariamente un sarcófago de plomo con restos en su interior, los cuales requieren una investigación.

2. Por la empresa constructora se avisa a la Guardia Civil, la cual informa a la Policía Nacional, y esta a la Policía Local. El Juez de 1.ª Instancia ordena el traslado de los restos óseos al Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses, en Ponferrada.

3. Avisada la arqueóloga municipal, fuera de la localidad por motivos inexcusables, se persona en el lugar, si bien los restos óseos ya han sido retirados, y aprecia los daños causados y posibles pérdidas de elementos asociados a los mismos (ajuar, etc.).

4. La arqueóloga municipal elabora un detallado y primer informe, que ultima cuatro días después, el día 29 de julio, sobre los aspectos legales, que determinan hallazgos de este tenor, y, asimismo, las características del propio sarcófago y los sedimentos que retiró, para el Museo Romano, del mismo. Con valoración y propuesta para las próximas actuaciones que se deberían llevar a cabo con el material rescatado, que considera de un alto valor patrimonial. Apunta, asimismo, que es posible que no estemos ante un enterramiento menor, familiar, sino ante una necrópolis, es decir, un conjunto funerario de la antigua ciudad romana de gran extensión y con un gran valor patrimonial e histórico. Por la Alcaldía se ordena, al día siguiente, la paralización de las obras. Esta posible necrópolis se halla en una de las vías romanas a Braga, la denominada Vía Nova; era costumbre de los romanos los enterramientos en las proximidades de las calzadas.

5. La Comisión de Patrimonio (CTPC) de la Junta —con la competencia en este asunto—, celebrada el pasado 20 de agosto, autoriza, entre las propuestas planteadas, una delimitada excavación en el entorno inmediato del sarcófago, así como la obligación de control de todos los movimientos de tierra necesarios para la realización de la obra (ejecutadas las zapatas quedan por instalar conducciones de agua, saneamiento…). Dicha autorización y memoria de excavación corren a cargo de la empresa constructora, la cual ha presentado la documentación y dirección para su ejecución. Se hace precisa, asimismo, la supervisión por el arqueólogo territorial y comunicación inmediata de cualquier hallazgo adicional que pudiera producirse. Ante este acuerdo de la Comisión, la arqueóloga municipal estima que las obras pueden reanudarse legalmente, si bien con cumplimiento de lo estipulado.

6. El 4 de septiembre la arqueóloga municipal elabora un informe sobre los materiales recuperados, tras el cribado de los sedimentos recuperados (del cráneo, mandíbula, etc.), así como de otros elementos de interés, una tesela, etc. En esta labor contó con la colaboración de dos expertos, en restauración y antropología.

7. La Comisión de Patrimonio del 25 de septiembre, autoriza la extracción “mediante desmonte natural, con fotografiado y siglado, de la estructura de fábrica que se realizará por arqueólogos y / o restauradores”. Esta autorización se concedió sin recabar consulta al servicio arqueológico municipal, si bien será el Museo Romano el depósito final de las piezas (también del sarcófago previa autorización, ya concedida, del Museo de León). El 30 de septiembre se constata que se habían iniciado los trabajos de desmonte de la tumba, asimismo sin previo aviso al servicio arqueológico municipal, por lo que, ante ambos sucesos, el mismo eleva una queja a la Comisión de Patrimonio. La respuesta es la remisión del acuerdo de la Comisión del día 30, en la que se había autorizado tal extracción.

8. Resta por conocer los resultados de la excavación del inmediato entorno del sarcófago. Si en la misma se hallasen otros sepulcros, o se sospechase la existencia de otros próximos, con la perspectiva de que pudiésemos estar ante una necrópolis romana, es procedente la ampliación de la excavación, hasta delimitar su alcance; en ese supuesto estaríamos ante un hallazgo excepcional. En todo caso, para preservar la historia y riqueza patrimonial, con este solar y construcción se deben mantener los criterios hasta ahora al uso en nuestra ciudad, aplicados desde los años 80 del pasado siglo a particulares y al propio Ayuntamiento.

Grupo Municipal Socialista