A modo de bibliotecas libres, la concejalía de Cultura y la Biblioteca Municipal han reconvertido las viejas cabinas telefónicas, ya en desuso, en puntos de lectura, donde los ciudadanos pueden pasar coger un libro, dejar otro, devolverlo… pero todo sin ningún trámite ni plazos. Es una forma de incentivar la lectura, ha dicho la directora de la biblioteca, Esperanza Marcos, quien ha insistido en que lo que más se ha colocado son novelas y que en su mayoría son libros que están repetidos. No obstante, si algún ciudadano quiere también puede dejar libros para que otros los lean.
La cabina ya está rotulada como punto de lectura y donde antes estaba el teléfono ahora se han colocado unas estanterías. La idea ha surgido, como ha explicado Geli Rubio, siguiendo lo que se hace en países como Alemania o Inglaterra. “La otra opción hubiera sido desmontarlas”. En Astorga hay un total de cuatro cabinas. Se ha empezado por la de la plaza de San Bartolomé, donde ya hay libros que se pueden coger. Poco a poco se irán dotando las otras tres.
