La consejera de Sanidad, Verónica Casado, sostuvo este lunes que se está produciendo una “ralentización” de la velocidad de los contagios de COVID-19 en Castilla y León, pero insistió en que la población debe autoconfinarse y evitar salir a la calle. “Ojo, no podemos relajarnos nada, absolutamente nada, porque la situación es bastante dramática y el crecimiento vertiginoso”, apostilló. Además, la Junta de Castilla y León mantendrá las actuales restricciones hasta el 9 de febrero.
En cuanto a los municipios, Casado destacó que en Navidad gran parte de Castilla y León eran zonas sin ningún caso, mientras ahora domina la incidencia acumulada por encima de 900 casos por cada 100.000 habitantes. Así, citó Arenas de San Pedro y Arévalo (Ávila), Ciudad Rodrigo y Guijuelo (Salamanca), Cuéllar (Segovia) o Tordesillas como los más afectados, con una tasa superior a los 3.000 casos.
También se refirió a otros como Astorga, Bembibre, Valencia de Don Juan (León), Villamuriel de Cerrato (Palencia), Béjar (Salamanca), Real Sitio de San Ildefonso (Segovia) o Cigales y Zaratán, donde superan los 2.000 casos de incidencia.
En todas estas poblaciones, donde además se han hecho cribados o se van a hacer, la consejera hizo hincapié en evitar salir a la calle y tener contactos sociales, por lo que recomendó el autoconfinamiento. Además, apeló a realizar “compras inteligentes” para minorar la posibilidad de contagiarse.