Alrededor de dos centenares de tractores -según la organización convocante- respondieron hoy al llamado de la Unión de Campesinos de León (UCCL) y salieron a las calles de Santa María del Páramo para decirle a la Unión Europea que “cambie de rumbo y asegure una soberanía alimentaria”, ya que “si no somos capaces de producir, estamos en riesgo de no comer”.
Se trata de la primera tractorada convocada de manera oficial por una organización agraria después de una “semana histórica” de movilizaciones del sector con “una unidad de acción que no se veía desde la década de los 70”.
“Peleamos con las fuerzas que tenemos y estoy orgullosísimo de estar en esta organización, la que históricamente es más reivindicativa, así que no me duele nada, porque llevamos la cabeza muy alta”, señaló al respecto el presidente de UCCL, Juancho Rodríguez, convencido de que “Santa María se convertirá hoy en un ejemplo para toda la provincia” y será “la punta de lanza para que toda la comarca se siga levantando”.
Rodríguez recordó que la organización “lleva ya mucho tiempo diciendo lo mismo”, ya que en junio del año pasado se manifestaron en Madrid y en noviembre fueron a León “para decir que la Política Agraria Común era inasumible”, así como “una política absolutamente nefasta que llevaría al sector a la ruina”.
El presidente de UCCL le recomendó a la UE que “revise la situación”, ya que “en los últimos 15 años ha perdido cinco millones de explotaciones y uno de cada tres agricultores tiene más de 65 años”, mientras plantean propuestas como la de bienestar animal y reducción de gases invernadero, “que hacen que parezca que ahora una vaca contamina igual que un avión”, ya que el objetivo es “reducir de aquí a 2040 el 30 por ciento de las vacas de Europa”, lo que supone “una auténtica salvajada”.
PAC sin burocracia
A pie de tractor, uno de los agricultores participantes en la convocatoria de UCCL, depositó su esperanza en que las movilizaciones “lleguen a buen puerto” frente a “una merienda de políticos que son unos sinvergüenzas de primera fila, tanto en Europa como en España”, que “no saben lo que es la remolacha ni lo que son los maíces”, de modo que “dirigen sin saber lo que hacen”.