A lo largo de esta campaña, los ataques de oídio se empezaron a ver a primeros de junio en parcelas que sufrieron pérdidas de producción durante la campaña del 2021/2022 de hasta del 25% por esta enfermedad. Por lo tanto, con presencia de inóculo en esas parcelas se produjeron los primeros ataques de este hongo y la posible contaminación de las parcelas colindantes. Se recomienda un programa integral, ya que, ningún producto tiene un 100% de éxito, por lo que, es obligado proporcionar al agricultor un conjunto de productos con distintos modos de acción que le permita gestionar de una manera más sostenible cualquier ataque de oídio.
Las expectativas de producción de lúpulo para esta campaña eran muy buenas hasta la primera quincena del mes de agosto. A partir de aquí, como consecuencia de las tormentas que aumentaron la humedad relativa y las bajas temperaturas nocturnas, se produjo un ataque severo de este patógeno que afectó fundamentalmente a los conos cerrados, produciendo cuantiosos daños, que en algunos casos van a impedir que se pele el lúpulo recogido. A primeros de septiembre se redactó un informe de valoración de daños por técnicos de la sección de sanidad y producción vegetal en el que se indica la situación a esa fecha. Esa cuantificación puede haber evolucionado negativamente en el curso de estas tres semanas, pues las condiciones meteorológicas han sido favorables al oídio. Consultados los dos grandes centros certificadores de lúpulo de la provincia sobre datos de lúpulo certificado, los daños apuntan a una horquilla del 15 al 25% de cosecha afectada. Del dato definitivo no se dispondrá hasta finalizar toda la campaña de certificación.
Otros asuntos
Durante la reunión, también se ha valorado el avance de otras concentraciones parcelarias como la del Páramo Bajo Secano (que multiplicará por cuatro la superficie media de las fincas); la de Benavides-Quintanilla del Valle en la que se está elaborando el proyecto de concentración; Castropodame, zona en la que se está amojonando y ejecutando las obras de infraestructura rural con un presupuesto de 6,8 millones de euros; Almanza II (se están elaborando las bases provisionales); Grajal y Escobar de Campos (en trámite ambiental); y Riberas del Cea-Valderaduey (se está redactando el estudio técnico previo). También se ha hecho un repaso a otras infraestructuras agrarias y de modernización y nuevos regadíos que actualmente están en marcha en la provincia.
Sequía
Por otra parte, y por Acuerdo 50/2023, de 15 de junio, de la Junta, se declara en Castilla y León la campaña agrícola 2022-2023 como ‘excepcional’ debido a los efectos producidos por los fenómenos meteorológicos acaecidos durante la misma. La escasez de precipitaciones y las temperaturas anormalmente elevadas han afectado al desarrollo de los cultivos, fundamentalmente a los de cereal y de forraje de secano, así como a las superficies de pastos, lo que ha ocasionado importantes pérdidas de producción que repercutirán muy desfavorablemente en la situación económica de las explotaciones agrarias.
En el año 2023, solo cinco Juntas Agropecuarias Locales de la provincia han fijado en la adjudicación de pastos el precio máximo aprobado por este Servicio Territorial para el aprovechamiento de los pastos en sus correspondientes zonas ganaderas de ubicación. Teniendo en cuenta todo lo anterior, se considera adecuado mantener, para el año ganadero 2024, los precios máximos y mínimos que fueron fijados para el año ganadero 2023. Se propone como precios máximos y mínimos que han de regir durante el próximo año ganadero el aprovechamiento de los pastos en cada zona ganadera de la provincia de León, los siguientes:
Zona 1 (Astorga, Tierras de León y El Páramo): mínimo 1,53 €/ha y máximo 3,22 €/ha
Zona 2 (La Bañeza, Esla-Campos y Sahagún): mínimo 1,53 €/ha y máximo 3,09 €/ha
Zona 3 (Pastos de montaña): mínimo 6 €/ha y máximo 60 €/ha.
Esta propuesta se realiza al amparo del artículo 183.2 e) de la Ley 1/2014 de 19 de marzo, Agraria de Castilla y León, y del artículo 22 c) del Decreto 25/2016 de 21 de julio por el que se aprueba el Reglamento General de Ordenación de los Recursos Agropecuarios y otras materias de Interés Colectivo Agrario en el ámbito local.
En este mismo contexto de campaña agrícola ‘excepcional’ debido a las extremas condiciones climáticas, el Consejo de Gobierno del 15 de junio aprobaba la adoptación de una serie de medidas normativas y otras de apoyo al sector que hoy se han dado a conocer y cuyo importe asciende a más de 145 millones de euros, cuantía a la que hay que añadir los 600 millones de euros de anticipos de las ayudas de la PAC. Estas medidas son de carácter regulatorio (prórroga de plazos y flexibilización de requisitos), medidas dirigidas a dotar de liquidez al sector (pagos de anticipos de ayudas directas de la PAC y bonificaciones de intereses de préstamos), así como ayudas directas destinadas a los agricultores con pólizas de seguro de sequía de cultivos herbáceos y de pastos e incremento de la partida destinada a la bonificación por suscripción de seguros agrarios. También medidas fiscales como la bonificación de las tasas veterinarias y la reducción de los índices de rendimiento neto aplicables, y otras medidas de carácter estructural como las subvenciones destinadas a garantizar el suministro de agua a las explotaciones ganaderas en régimen extensivo o mixto y la aprobación de un plan de ejecución de balsas para explotaciones extensivas y apoyo a medios contra incendios. “Son más de 2.000 las solicitudes que se han recibido y se están tramitando con el objeto de hacerlas llegar cuanto antes a los agricultores de la provincia de León”, ha destacado Eduardo Diego.