El proyecto AREO (Arte Rupestre y Espacios de Ocupación en el Occidente Leonés), financiado por la Junta de Castilla y León, inicia una nueva campaña de intervención arqueológica en el Valle del Eria. Este ambicioso proyecto, que busca arrojar luz sobre la historia y el patrimonio de este territorio del suroeste de la provincia de León, está siendo llevado a cabo por un equipo multidisciplinar de expertos.

La parte técnica de este equipo está dirigida por el profesor de la Escuela de Minas de la Universidad de León (ULE), Javier Fernández Lozano, mientras que la parte arqueológica está bajo la dirección de Jesús Celis Sánchez del Instituto Leonés de Cultura. Además, este proyecto cuenta con la participación de la antropóloga María Edén Fernández Suárez de la Universidad de Oviedo.

El investigador Fernández Lozano explica que en esta ocasión “hemos querido acercar la ciencia a todos, con el fin de dar al proyecto una dimensión más social, este año contamos con voluntariado, en el que público procedente de otras comunidades autónomas como Madrid, ha podido conocer y experimentar de primera mano el trabajo científico que se desarrolla en una intervención de estas características”. Con esta actuación se pretende hacer más inclusiva la ciencia, más cercana a la sociedad y, por tanto, que contribuya a retornar parte de los beneficios de apoyar la actividad científica que desarrollan los jóvenes investigadores de Castilla y León.

Entre los principales objetivos de esta iniciativa destacan, descubrir los procedimientos científicos que se desarrollan durante el transcurso de una intervención arqueológica, a través de la interacción con el personal técnico y científico de las excavaciones. Acercar al público el uso de las nuevas tecnologías, como los drones y otros dispositivos geomáticos para la reproducción del patrimonio, así como descubrir la historia que hay detrás de los espacios de arte rupestre de esta zona de la provincia. “Aprovechamos el potencial de la Escuela de Minas de la ULE a través del conocimiento en geomática y geología, temáticas que impartimos desde los Campus de Ponferrada y León” señala el profesor Fernández Lozano.

El propósito final de esta campaña es promocionar el patrimonio y el valor de conocer la historia de estos valles. “Hoy conocemos mejor cómo podían vivir esas primeras poblaciones que ocuparon el valle, su visión del paisaje y el mundo que les rodeaba”, reconoce Javier Fernández Lozano. Los restos óseos y las piezas encontradas en los yacimientos que están siendo investigados proporcionarán información valiosa para reconstruir el modo de vida de las primeras poblaciones pastoriles que aprovecharon los recursos que les proporcionaban estas montañas.

Las primeras excavaciones se están desarrollando en el paraje de Llamaluenga (Morla de la Valdería), bajo un pequeño abrigo situado a 1200 m de altitud en el que han aparecido algunos restos líticos y cerámicos antiguos que ahora el arqueólogo del ILC y la antropóloga de la Universidad de Oviedo deberán analizar. El equipo de trabajo aborda desde una dimensión multidisciplinar el estudio del territorio y el análisis de espacios de ocupación asociados al arte rupestre del valle del Eria. Los investigadores siguen trabajando para mejorar el conocimiento del pasado más remoto del suroeste de la provincia, un territorio transfronterizo que debió conectar, a través de sus vías montañosas, un espacio intercultural rico entre las sociedades meseteñas y las situadas a lo largo de la fachada atlántica, que compartieron rasgos culturales en los que se manifiestan ciertos paralelismos entre el Neolítico y la Edad del Bronce.