El Sargento Veigas era un joven de Ponferrada que siempre tuvo claro su deseo de servir en el Ejército de Tierra. En 1985 ingresó en la Academia General Básica de Suboficiales, egresando de la misma en 1988. Sus compañeros le recuerdan como un hombre de honor, con una incuestionable vocación militar, haciendo de ésta su forma de vida.
Fue destinado a la Batería de Localización y Adquisición de Objetivos, y dentro de ella, por sus virtudes profesionales, se hizo merecedor de realizar el primer curso de operador y de mantenimiento del recién llegado radar contramorteros ANT/TPQ-36. Este sistema radar fue desplegado en Bosnia Herzegovina, dentro de la misión UNPROFOR, dentro de la primera unidad de Artillería desplegada en misiones de Paz.
En 1995, a menos de un año de su regreso de su anterior misión, volvió de nuevo como operador del sistema, pero en este caso dentro de la misión de IFOR. Su sentido del deber le hizo volver a asumir la responsabilidad de mandar el pelotón radar, a pesar de haber sido padre en agosto de ese mismo año.
El 22 de marzo de 1996, el sargento Veigas falleció en acto de servicio mientras se desplazaba para ocupar una posición radar en los alrededores de Mostar, para verificar los acuerdos de alto el fuego entre las partes de la guerra, dejando viuda y un hijo. En el lugar de su muerte, entre Medjugorje y Citluk, se erigió una losa en su recuerdo que permaneció allí hasta el año 2010, siendo trasladada a España y colocada en la Base “Conde de Gazola”, próxima a la unidad en la que sirvió el sargento.
Su regimiento, en gratitud y fieles a la tradición militar de homenajear a los héroes que la forjaron y a todos los que, como el sargento primero Veigas, entregaron su vida por España, han recordado frente a su losa, su entrega, ejemplo, lealtad, amor al servicio y exacto cumplimento de lo que un día juró frente a la Bandera Nacional.