Geli Rubio, la concejala de Cultura, también ha explicado que este año el festival va dedicado al Año Santo del Camino de Santiago y a los mayores y ha recordado que el premiado tiene una larga trayectoria y que a sus 78 años sigue trabajando.
Este gran actor sevillano cuenta, según recoge Wikipedia, que en Bormujos pasó una infancia feliz y completamente normal, huyendo de los policías municipales cuando el balón con el que jugaba al fútbol con sus amigos se estrellaba en el aparador del Ayuntamiento.
Su temprana vocación interpretativa cobró forma en 1957, cuando se subió por primera vez a un escenario. También de muy joven tomó conciencia política y se acercó al Frente de Estudiantes Sindicalistas
En 1975 fue uno de los cabecillas de la huelga de actores. En ese mismo año Juan Diego apareció junto a Ana Belén en la polémica película La criatura de Eloy de la Iglesia, con quien ya había colaborado en Algo amargo en la boca (1969), y participó en el primer filme de Francisco Rodríguez, La casa grande, película que participó en el Festival Internacional de Cine de Berlín.
En la década siguiente intrevino en Los santos inocentes (Mario Camus, 1984). Fue entonces cuando consolidó su carrera en el cine. En efecto, en 1986 participó en El viaje a ninguna parte, la crónica de Fernando Fernán Gómez sobre un mundo en el que ya no tendrían lugar los antiguos cómicos, y Dragon Rapide, en la que Juan Diego encarnó a un Francisco Franco a punto de incorporarse al Bando Nacional. Por su interpretación en esta última recibió la primera de sus nueve candidaturas a los Premios Goya, seguida por la alcanzada por su papel de San Juan de la Cruz en la película de Carlos Saura La noche oscura (1989) y el intrigante capuchino de El rey pasmado (1991), que le vale su primera estatuilla.
A mediados de la década disminuyó su actividad cinematográfica, centrándose en su carrera teatral. Por esa época estrenó El lector por horas, en la que compartía el escenario con Jordi Dauder y Clara Sanchis.
En 1999 se produjo su regreso al cine con París-Tombuctú, en la que Juan Diego dio vida a un anarquista que andaba desnudo por las calles del pueblo. Asunción Balaguer y Liberto Rabal anunciaron que el intérprete había ganado su segundo Premio Goya a la mejor interpretación masculina de reparto. Luis García Berlanga recogió el cabezón en su nombre, agradeciéndole ser el único actor que tuvo las pelotas de salir en pelotas.
En 2000 repitió candidatura por You’re the one (José Luis Garci), en la que Juan Diego interpretó a un cura que no creía en su ministerio, que se mostraba desengañado de la vida y que pese a su ideología confesaba admirar a Pablo Picasso. En ese mismo año Miguel Hermoso le encomendó un rol pequeño, pero vital en Fugitivas, protagonizada por Laia Marull. Por esas fechas nació su hijo pequeño, Diego.
En 2002 Juan Diego regresó a la televisión para ponerse bajo las órdenes de Benito Zambrano en Padre Coraje, papel por el que obtuvo el premio de la Unión de Actores, en cuya gala los candidatos gritaron al unísono No a la guerra que rechazaba la decisión de George W. Bush de iniciar la guerra de Irak. El propio Juan Diego había leído manifiestos en la Puerta del Sol acompañado de María Barranco y Juan Diego Botto, llegando incluso a atender en el escenario a un manifestante herido por la policía. Ese 2003 terminó con el rodaje de Torremolinos 73 de Pablo Berger, en la que Juan Diego se puso en la piel de un productor de películas porno amateur explotador que había padecido en sus propias carnes las deficiencias económicas del desarrollismo. Poco después el actor engarzó la filmación de El séptimo día (2003), donde se convirtió en uno de los responsables de la matanza de Puerto Hurraco, con el de La vida que te espera, dirigida por Manuel Gutiérrez Aragón.
En 2005 comienza la exitosa y popular serie Los hombres de Paco, que dejó de emitirse en 2010, donde actuó junto con los actores Paco Tous, Pepón Nieto, Hugo Silva, Adriana Ozores, entre otros. Su personaje, el comisario Don Lorenzo, fue uno de los más populares de la comedia de Antena 3, siendo muy famosa su coletilla de ‘mis santos cojones’.
En 2006 compartió protagonismo con Ángela Molina en El triunfo, de Mireia Ros, y con Juan Diego Botto en Vete de mí, de Víctor García León. En la XXI edición de los Premios Goya obtuvo por fin su primera distinción como mejor actor principal por su papel en Vete de mí. En el filme interpretaba el rol de Santiago, un actor cincuentón venido a menos que se ve obligado a alojar en su casa a su hijo treintañero (Juan Diego Botto).
En 2008 protagonizó la película Casual Day, compaginando el rodaje con la grabación de la serie Los hombres de Paco.
En 2010 tras finalizar la serie de los Los hombres de Paco sigue interviniendo en cine, como la comedia Que se mueran los feos (Nacho G. Velilla) o la película sobre la vida de Lope de Vega, Lope (Andrucha Waddington).
En 2011 continua con sus trabajos en cine, siendo el más destacado su interpretación del general Alfonso Armada en la película 23-F: la película, que le vale una nueva candidatura a los Goya. Al año siguiente regresa de nuevo a la televisión con la serie Toledo: cruce de destinos, interpretando a Alfonso X de Castilla, conocido también como el Sabio.
En 2012 estrena Todo es silencio (José Luis Cuerda), largometraje centrado en el narcotráfico en Galicia y estrenado en la Semana Internacional de Cine de Valladolid 2012, y rueda Anochece en la India, road movie dirigida por Chema Rodríguez, estrenada en 2014 y por la que gana, por tercera vez, el premio al mejor actor del Festival de Cine Español de Málaga.
En noviembre de 2012, estrena en teatro el monólogo La lengua madre, escrito por Juan José Millás, con el que inicia una gira por toda España durante 2013 y 2014.