La concejala de Sanidad y Servicios Sociales, Carmen Macho, ha explicado que este proyecto surge a iniciativa del ayuntamiento de La Bañeza, que se financian con recursos propios los 7.804 euros que cuesta y que éstos son los primeros cinco desfibriladores que se van a instalar, pero habrá más. “Estamos por salvar vidas y el objetivo es ser eficaces y rápidos ante una situación de parada cardiorrespiratoria”, ha apuntado la edil.
Paralelamente a la instalación de estos aparatos se realizará un curso para las personas que trabajan en estos lugares, un total de 14, que aprenderán su manejo. Se incluye también la formación al personal de los dos institutos que ya cuentan con este tipo de dispositivo RCP. Hasta ahora solo tenía un aparato el coche de la Policía Local y hay otro desfibrilador móvil para su uso en el polideportivo y piscina municipal.