El lema propuesto por el Papa Francisco para esta jornada es “Su misericordia se extiende de generación en generación”. En su carta, explica que este lema nos reconduce a aquel encuentro bendito entre la joven María y su pariente anciana Isabel (cf. Lc 1,39-56). Donde esta, llena del Espíritu Santo, se dirige a la Madre de Dios con palabras que, a distancia de milenios, acompañan nuestra oración cotidiana: “Bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre” (v.42). Y el Espíritu Santo que ya había descendido sobre María, la impulsa a responder con el Magnificat, en el que proclama que la misericordia del Señor se extiende de generación en generación. El Espíritu Santo bendice y acompaña cada encuentro fecundo entre generaciones distintas, entre abuelos y nietos, entre jóvenes y ancianos.
El Papa Francisco en su carta continúa diciendo: “Es hermoso este año, la cercanía entre la celebración de la Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores y la de la Juventud; ambas tienen como lema la “prisa” de María para ir a visitar y a ayudar a Isabel (cf. v. 39), y de ese modo nos llevan a reflexionar sobre el vínculo entre los jóvenes y los ancianos.”
Finaliza invitando a todos -diócesis, parroquias, asociaciones y comunidades- a celebrar esta Jornada, poniendo en el centro la alegría desbordante de un renovado encuentro entre jóvenes y ancianos.