El presidente de la institución provincial, Eduardo Morán, detalló que los alcaldes homenajeados llevan en algunos casos en el puesto desde 1999, mientras que otros lo han hecho de manera intermitente “cumpliendo con el deseo de las urnas” y trasladó el “agradecimiento” de la corporación provincial, “más allá de la ideología”, por “los servicios prestados por sus pueblos y su compromiso por ellos”.
“He aprendido y sigo aprendiendo cada día de todos vosotros”, afirmó Morán, al tiempo que reconoció que, aunque en los pequeños municipios de la provincia “no se gestionan grandes presupuestos”, los alcaldes “ponen su vida al servicio de los vecinos” para “bregar por los intereses de los pueblos y defender con ímpetu lo suyo”.
El presidente de la Diputación de León puso de relieve la “entrega y buen hacer” de los regidores, lo que es “revalidado por la confianza de sus vecinos”. Asimismo, hizo extensivo el reconocimiento a los equipos municipales y a los concejales que acompañaron a estos alcaldes durante años, por lo que mostró “la gratitud de la institución a todos los que se entregan al municipalismo”.
De todos los homenajeados, Eduardo Morán destacó la figura del alcalde de Valdepiélago, Julio González Fernández, “que es el más veterano tras 44 años en el cargo”, así como la del alcalde de Cabreros del Río y vicepresidente de la Diputación de León, Matías Llorente, con quien ha trabajado “codo con codo” y cuyas diferencias “siempre acaban sumando”. “Compañeros o rivales, pero siempre amigos”, dijo.
Los alcaldes homenajeados fueron los de La Antigua, Carlos María Zotes; Astorga, Juan José Alonso; Barjas, Alfredo De Arriba; Los Barrios de Luna, Jesús Darío Suárez; Berlanga del Bierzo, César Álvarez; Boca de Huércano, Tomás de la Sierra; Borrenes, Eduardo Prada; Burón, Porfirio Díez; Bustillo del Páramo, Faustino Sutil; Cabreros del Río, Matías Llorente; Calzada del Coto, Pablo Carbajal; Carradecelo, Raúl Valcarce; Cuadros, Marcos Martínez; Cubillas de Rueda, Agustina Álvarez; Godoncillo, Ubano Seco, y Grajal de Campos, Francisco Espinosa.
A la lista se suman el de Launa Dalga, Eloy Báilez; Maranza, Marcelo Alonso; Molinaseca, Alfonso Arias; Palacios de la Valduerna, Maximina Domínguez; Páramo del Sil, Ángel Calvo; Piroro, Francisco Escanciano; Puebla de Lillo, Pedro Vicente Sánchez; Rioseco de Tapia, María Trinidad García; Sabero, Francisco Javier García; Santa Colomba de Somoza, José Miguel Nieto; Santiago Millas, Gumersindo Castro; Sena de Luna, José Celestino García; Toral de los Vados, Pedro Fernández; Valdepiélago, Julio González; Vega del Valcarce, María Luisa González; Vegaquemada, María Isabel Fresno; Villabraz, Ricardo Pellitero; Villaturiel, Valentín Martínez; y Villazala, José Antonio Guerrero.
“Es difícil todos los días del año”
Julio González Fernández lleva 44 años al frente del Ayuntamiento de Valdepiélago, concretamente desde que se instaurara la Democracia en España en 1979, y hace de ello “un balance positivo”. Recuerda que, cuando llegó, “no había abastecimiento de aguas, ni alcantarillados, ni comunicaciones”, mientras que todo eso “hoy ya es historia”.
Fernández también fue miembro de la corporación de la Diputación provincial durante 16 años y, al echar la vista atrás, reconoce que “ser alcalde de un municipio pequeño es difícil todos los días del año”, ya que tienen que trabajar “con un presupuesto mínimo”, mientras que los problemas y los gastos “cada vez son mayores”, entre los que destacó “la despoblación en el medio rural”, ya que su municipio pasó de más de 800 habitantes a los actuales. “No hay medios para hacer frente a tantos gastos”, señaló.
El regidor decidió dar un paso a un lado de cara a las elecciones municipales del próximo 28 de mayo, a las que no se presentará, al considerar que “tras 44 años” ha dado “todo lo que tenía que dar”.
“Hacer política es hacer el bien del pueblo”
Matías Llorente ha sido alcalde de Cabreros del Río durante 24 años, donde además ha sido concejal desde la primera legislatura de la Democracia, en 1979, al igual que ha sido diputado provincial durante doce años, hasta la fecha.
De todo este periodo se lleva “la gratitud de la gente que realmente está en los pueblos y su respuesta cuando hay problemas”. Llorente explicó que el principio por el que siempre se ha regido durante toda su vida política fue una frase que le trasladó un maestro cuando tenía doce años, quien le dijo que “hacer política es hacer el bien del pueblo”.
“No hay más que eso, aunque otra cuestión es el uso que hacen de la política los que la ejecutan. Pero la política es simplemente eso: hacer el bien a la gente que realmente está contigo y a la que le resuelves los problemas”, insistió.