El equipo de gobierno local se enfrentaba a una situación compleja a la hora de gestionar los presupuestos. El curso anterior se produjo una merma en los ingresos de unos 550.000 € que sumado a pagos heredados y al objetivo de cumplir la regla de gasto, que no fue suspendida hasta final de año, llevo al Ayuntamiento a desempeñar una política económica austera.
Por eso, Chema Jáñez, el concejal de Hacienda ha señalado que se cumplieron los objetivos. Por un lado, la solvencia financiera de la entidad, mantener los servicios públicos y dar una respuesta a las necesidades sociales provocadas por la pandemia y por el estado de alarma.
El remanente de tesorería tras el pasado ejercicio es de 1,9 millones de euros. El edil ha señalado que con ese fondo público se pretende reactivar la economía con políticas de expansión del gasto pero siempre desde la responsabilidad.
Chema ha adelantado también que con este remanente pretenden ayudar al comercio, reactivar la economía y sentar pilares a medio y largo plazo para Astorga.