“Está repartido por la zona”, señalaba tras la barra del Moderno, José Ángel, que confió en que los agraciados puedan disfrutar de su premio con los boletos adquiridos en el terminal punto de venta situado en el local, aunque no se trata del primero que vende, sino que el establecimiento berciano “reparte algún pellizquín casi todos los años”.
José Ángel compartió hoy con la Agencia Ical el secreto para poder “premiar” a sus clientes cada año: “ponerle mucha ilusión y hacer que la gente se motive”. Mientras, su padre, Orfesino, puso voz al sentir de los empleados: “Estamos muy contentos de vender a la gente aunque no nos toque a nosotros”, explicó.
Un caso diferente es el que se produjo en la ciudad de León, donde la administración de lotería número cuatro, situada en la calle Santa Clara, vendió cien series -mil décimos- a la Policía Local en “un premio a la fidelidad, al 092 y al cuerpo”, según resaltó el intendente jefe, Miguel Ángel Llorente, quien explicó que el número, cuyas últimas cifras coinciden con las del teléfono de la Policía Local -092-, “se juega desde hace muchísimos años”, aunque “nunca había tocado nada”.
Por su parte, las propietarias de la administración que repartió la suerte entre los agentes y sus familiares, Carmen Pinto y Concha Fernández, se mostraron “muy contentas” de haber repartido “mucho dinero” entre un colectivo “muy importante y muy de León”, en un “premio a la fidelidad”, ya que “lo compran año tras año por su terminación”.
No es la primera vez que esta administración vende algún premio de la Lotería de Navidad, sino que son un total de siete las veces en las que han repartido la suerte entre sus clientes. Con la “la satisfacción enorme” de haber podido “dar premios y repartir dinero”, Carmen y Concha piensan “seguir dando premios” y se mostraron convencidas de que venderán más décimos para el sorteo del Niño porque “igual que dinero llama a dinero, la suerte llama a la suerte”.