Una vez en el lugar, la patrulla localizó visualmente desde la calle a la persona pidiendo auxilio urgente desde el balcón. La misma se encontraba en claro estado de ansiedad, además de por verse atrapada, también por el miedo a que se pudiera estar produciendo un incendio en la cocina de su vivienda, puesto que había dejado la placa vitrocerámica encendida cocinando por largo tiempo.
Con el consentimiento del titular de la vivienda contigua, se consiguió acceder al interior del edificio y posteriormente al balcón de al lado donde se encontraba la persona. Visto que no era posible localizar otro modo de apertura y siendo necesario el rescate por evitar un posible incendio en la cocina, un agente se descolgó por la parte exterior del edificio (de balcón a balcón) para liberar y tranquilizar a la persona.
A través de la fractura del cristal del balcón, se accedió al interior de la vivienda desconectando la placa vitrocerámica comprobando la seguridad de todas sus dependencias y el buen estado de salud de la octogenaria.