El derribo en cuestión constituye un arco parabólico con una luz de 4,6 m y flecha de 6,0 m. En la parte inferior penetra 1.0 m, aproximadamente, mientras que en la superior se limita al forro exterior. El extremo inferior del arco izquierdo, situándose uno enfrente, coincide con el punto donde afloraban dos tubos, instalados en 1998, que servían de desagüe de la cloaca romana que discurre bajo el Jardín y que vertían el agua a través de dos gárgolas. Antes de 2011 se entubó una de las salidas para que el agua no cayese sobre el paramento. En 2013, con motivo de obras de consolidación en el paramento del cubo central se embutió la fábrica dentro del muro, conectándolo a una red que enlazaba en el colector general de la calle.
El parterre del Jardín de la parte de arriba del Jardín dispone de un sistema de riego automático, y en dos puntos situados sobre el núcleo del lienzo se han formado dos sumideros de manera espontánea, por el curso de las aguas. Anteriormente, en dicho lugar, hubo un estanque, que fue anulado.
El derrumbe no ha afectado al núcleo de la muralla que tiene en esta zona un espesor de 5 a 6 m. No presenta problemas de estabilidad, ni se aprecian asentamientos o badenes, que suelen producirse por fenómenos de vuelco o deslizamiento.
La intervención de restauración debe dividirse en dos fases, una primera de desescombro y apuntalamiento y, formulado el diagnóstico, otra final de reparación, la cual ha de consistir en la reconstrucción del forro, con tres objetivos de obligado cumplimiento: trabar el forro con el núcleo de la muralla, encauzar la salida de las aguas procedentes de la cloaca y drenar las guas de riego del parterre de Jardín (cuyo riego ha de ser suspendido).
El presupuesto aproximado que se contempla para las anteriores operaciones de restauración es de 24.000 euros.