Este es el séptimo curso en el que los cuatro seminaristas de la Diócesis de Astorga, que residen en el reabierto seminario asturicense, acuden en las jornadas docentes a León para completar su formación en estudios superiores gracias al acuerdo de colaboración que mantienen en este punto las diócesis de León y Astorga. Esta formación teológica superior, ya adaptada al llamado Plan Bolonia, se completa con un periodo aproximado de formación práctica pastoral de otros dos años tras el cual los seminaristas son ordenados sacerdotes.
El lema del Día del Seminario 2022 se inspira en el proceso sinodal en el que está inmersa la Iglesia. Así se explica en la reflexión teológica que se incluye entre los materiales. Y matiza, «el Sínodo universal en el que nos encontramos nos hace a todos ponernos en camino juntos».
Junto al Sínodo, dos palabras: sacerdotes y servicio. Sacerdotes, en plural, «recordándonos el sentido del seminario y llamándonos a acrecentar nuestra fraternidad. Los sacerdotes no hemos sido llamados para estar solos. El seminario nos enseña la importancia de la comunidad y la necesidad de vivir una sana fraternidad».
Además se presenta la vocación sacerdotal como servicio. En el seminario, «los seminaristas aprenden a vivir el servicio y a servir a los hermanos, como parte integrante y fundamental de la vocación. Los intereses egoístas y el provecho propio han de desterrarse y deben dejar lugar al desarrollo de una vocación recibida para ser entregada. Solo desde la entrega la vocación recibe todo su sentido».