La segunda edición de las jornadas se adentra en la faceta menos conocida de Santiago Alonso Cordero, la del hombre apegado a su familia que ha quedado oculta por la trascendencia empresarial y política del Maragato que nació en Santiago Millas el 10 de marzo de 1793 y murió en Madrid como consecuencia de la epidemia de cólera el 22 de octubre de 1865.
En la muestra comisariada por Astorga Redacción, que se ha hecho coincidir con las VI Jornadas del Bacalao (una comida típicamente arriera) puestas en marcha por el establecimiento hostelero del municipio de Santiago Millas (más información en la web laventadegoyo.es), se difumina el mito del acaudalado maragato para mostrar, a través de la intensa relación epistolar con su familia, a un hombre tierno con los suyos: “A mis amadas y queridas hijas María Antonia y Victoria Margarita”, así comienza la carta fechada en el exilio del Maragato en Lisboa el 18 de junio de 1845 que se puede ver en uno de los paneles de la exposición.
Investigación de Esteban Carro Celada
Las paredes del restaurante La Venta de Goyo se convierten a lo largo del verano en un libro de curiosidades gracias a la investigación del archivo de Santiago Alonso Cordero realizada en la década de 1970 por el escritor astorgano Esteban Carro Celada. La vertiente más íntima del Maragato queda patente en las cartas que intercambió con sus hijos y familiares durante su exilio primero en Portugal, después en Burdeos y Londres, adonde huyó tras las acusaciones de incitar a la sedición y su condena a muerte durante el gobierno del general Narváez. Santiago Alonso Cordero, político liberal progresista, era amigo del ministro Mendizábal, Pascual Madoz y el general Espartero.
“A mi querida Clotilde, así como a Luisito le das un millón de besos en mi nombre y les dices que su abuelo Cordero les quiere mucho”. Esta referencia a sus nietos en una carta enviada a su hija María Antonia, muestra el cariño y la añoranza por sus nietos durante el exilio, especialmente por su ‘ojito derecho’, Clotilde, a la que está dedicado uno de los paneles de la exposición.
‘La ternura familiar del Maragato Cordero’ descubre el nivel de vida de la familia con veraneos en Santander o la compra de un piano en Londres para Santiago Pío, el hijo primogénito del segundo matrimonio de Cordero. Con motivo de la boda de su hija María Victoria con Andrés Martínez Criado de Boisán, en 1850, Mariquita hija y Cordero viajaron a París donde realizaron compras en ‘Maison la Roche’, paraíso de los relojes, de guantes, soperas, etcétera.
La exposición invita a mirar entre los cortinajes de la casa de los Cordero para asistir a la celebración de los santos familiares donde acudían familiares, ministros, poetas de la talla de Manuel J. Quintana, amigos… En 1849 por San Antonio hubo versos de felicitación para la hija María Antonia que firmaba el poeta Melitón Telesforo Ordóñez. Luego le tocó el turno a Manuel del Palacio, leridano, precoz versificador a quién el Padre Blanco le dedica cinco extensas páginas en la historia de la literatura del siglo XIX. Palacio llegó a ser académico de la lengua. Algunos de los poemas se pueden ver este verano en La Venta de Goyo.
Las jornadas comienzan este viernes, a las 19 horas en el restaurante La Venta de Goyo, con la inauguración de la exposición ‘La ternura familiar del Maragato Cordero’ a cargo del escritor José Luis Puerto, Premio Castilla y León de las Letras 2018, que hablará sobre ‘Algunos motivos legendarios en Maragatería’, y del maestro jubilado Antonio Pacios que ofrecerá unos apuntes sobre “Bodas, pastoradas y comedias en Valdespino de Somoza’.