El Frente de Estudiantes y Estudiantes en Movimiento han convocado una huelga estudiantil para el jueves, 24 de marzo, con la que quieren pedir que “no se escuche a los bolsillos de los empresarios”, sino a la comunidad educativa, ya que la reforma del sistema educativo “se presenta como un avance” cuando en realidad solo lo es para las empresas.
En la ciudad de León, los estudiantes están llamados también ese día a protagonizar una concentración a las 12 horas frente a la subdelegación del Gobierno para “gritar bien alto” sus reivindicaciones “en un contexto de profunda crisis económica provocada por la pandemia que ha causado nuevas necesidades del sistema productivo a las que los empresarios se tienen que adaptar y para las que se está reformando el sistema educativo”, lo que genera “hiperespecialización, tecnificación y mano de obra muy barata”, de modo que “las condiciones de estudio que nos son compatibles contra una vida plena y digna”.
Así lo apuntó la representante del Frente de Estudiantes de León, Carmen Vázquez, cuyo compañero, Javier Saiz, explicó que la huelga se ha convocado en contra de las dos últimas leyes educativas concernientes a la educación universitaria y que están acompañadas de unas leyes anteriores “y probablemente posteriores” que afectan a la Formación Profesional y las enseñanzas medias.
Se trata en primer lugar de la Ley Orgánica del Sistema Universitario Español, que “permite la infiltración total de empresas privadas en las formación superior mediante su papel en las prácticas e incluso”. Para Saiz, esta ley “legitima lo que antiguamente era fraude de ley en las prácticas formativas, que acababan siendo laborales”, al tiempo que “crea un estatuto aparte para estudiantes en prácticas y permite a las empresas explotar impunemente estudiantes incumpliendo con el estatuto de los trabajadores”.
Todo ello “causa un deterioro de los derechos y condiciones laborales del resto plantilla” y “destruye el futuro de los estudiantes”, que cuando salgan al mercado laboral “se encontrarán estudiantes precarizados en la plaza que podrían haber ocupado ellos”.
La segunda de las leyes a las que hizo alusión el representante del Frente de Estudiantes de León se trata de la Ley de Convivencia Universitaria que, según lamentó, “trata de reprimir cualquier intento de los estudiantes por protestar contra las medidas que destruyen su formación y futuro”, para lo que “deslegitima toda clase de huelga, protesta o acción contra la decisiones universitarias”, de manera que el estudiante “esté callado y le puedan seguir explotando y precarizando su situación” en una estrategia “de yunque y martillo contra el estudiantado”.