Responsables del PP local y provincial se han desplazado esta mañana hasta los Pabellones del Oeste, en Astorga, donde viven unas 80 personas “en condiciones insalubres”, como ha destacado el diputado popular, Francisco Castañón, quien ha puesto de manifiesto que “mejorar las condiciones de vida de todas estas personas, muchas de ellas jóvenes y con niños, debe ser una prioridad de quienes dirigen las administraciones”, ha dicho, asegurando que “hay que trabajar para fomentar su integración”.
Desde el PP local, José Luis Nieto y Laura Galindo, han destacado que el actual equipo de Gobierno “no ha hecho nada por estas familias” y han señalado que “la excusa dada en el pleno fue que no se presentaron a la reunión”. Algo que no cuadra a los populares que han hablado de “la izquierda caviar”. Mientras, el problema, han dicho, en los pabellones persiste “con infraviviendas, mucha suciedad y condiciones de vida que no son óptimas”. Por eso, exigen ala Consistorio que actúe para fomentar la integración de las personas que viven en la barriada.
En este sentido, desde la directiva de la calle Pabellones de Renfe, el pastor de la comunidad, Gaspar Filpo, ha mostrado un documento que ya han presentado en el ayuntamiento y donde proponen una serie de medidas “a fin de mejorar la calle de los Pabellones de Renfe de cara al futuro para cambiar el estilo de vida actual, por eso nos gustaría que estos proyectos llegaran a término”, recoge textualmente el documento donde se plantean mejorar las viviendas, calles y fosas, apoyo para los niños y para la búsqueda de empleo. Un programa para alfabetización y de acompañamiento a los mayores, reforma de los bloques y las casas y los pabellones.
El astorgano, Tomás Valle, que durante años ha trabajado con este colectivo ha destacado que se han puesto sobre la mesa varios proyectos a lo largo de los años, como la constitución de una cooperativa, opciones para el realojo de algunas familias o el fomento del empleo pero “nunca se han llegado a acometer a término”. Por eso también ha pedido la implicación de todas las administraciones.
El problema que se arrastra en los pabellones del Oeste, donde viven fundamentalmente familias de la comunidad gitana Transmontana, se arrastra desde hace ya tres décadas.