La familia Eznarriaga fue la dueña de la casona de Puerta de Rey, antes convento de San Dictino/Santo Domingo, y estaba bien relacionada y emparentada con las grandes familias de la segunda mitad del siglo XIX, como son los Gullón y los Iglesias. El historiador e investigador Roberto Rubio ha recordado a COPE que la madre de Eduardo Sánchez Eznarriaga era astorgana y que el arquitecto pasaba muchas temporadas en nuestra ciudad. Su bisabuelo fue Cándido de Eznarriaga y Urbina, organista de la Catedral de Astorga, que vino desde la Rioja.
El industrial Magín Rubio le encargó el palacete en 1910 por cuestiones de vecindad, un edificio que se dedicó a fábrica de chocolate, almacén de coloniales y oficina bancaria. Posteriormente fue conocido como Casa de Don Paulino por ser la residencia de Paulino Alonso, abogado y alcalde de la ciudad. En la actualidad, el edificio es propiedad del ayuntamiento de Astorga y alberga el Museo del Chocolate.
Aunque falleció a los 53 años, el arquitecto Eznarriaga tuvo tiempo de acometer grandes proyectos en Madrid, como el Casino Militar, el Teatro Calderón (antes Odeón), el Teatro Alcázar y el Teatro Infanta Beatriz (que finalizó su alumno Eduardo Lozano Lardet). También diseñó grandes edificios de viviendas en Gran Vía, 5, García de Paredes, 19, Santa Engracia, 155, en Princesa esquina Meléndez Valdés, Infantas esquina Marqués de Valdeiglesias y Arenal, 5 esquina Mayor.