Las investigaciones se iniciaron el pasado mes de octubre, cuando la Guardia Civil de Carrizo de la Ribera detectó a varios individuos que podían estar cometiendo un delito de fraude. Para ello, realizaban la defraudación mediante un enganche directo a la red de distribución de energía sin quedar registrado el consumo en ningún equipo de medida y sin tener contrato en vigor, logrando así realizar la estafa con el consiguiente daño patrimonial para la compañía eléctrica.
Una vez los operarios habilitados realizaron las desconexiones de los enganches eléctricos, se pudo comprobar que existía un peligro real de incendio para los domicilios tanto de los supuestos defraudadores como para las viviendas anexas.