Este año se presentaron en total nueve libros, en un encuentro que coordinó el periodista Amancio Fernández, director de Diario Abierto. Las intervenciones se complementaron con dos pequeños recitales de música y poesía: en primer lugar el de la cantante y compositora María José Cordero, con poemas de Antonio Pereira, y para el cierre, el del poeta y cantautor Ángel Casado, con poemas de Eugenio de Nora.
El sabor literario del encuentro quedó realzado por la presencia en el salón de multitud de imágenes de la vida del poeta Eugenio de Nora, así como del busto del poeta, obra del escultor Amancio González, trabajos de la reciente exposición realizada por la Asociación Rey Ordoño I, con motivo del centenario del nacimiento de gran escritor.
En un acto que se prolongó durante toda la tarde, fueron interviniendo -por este orden- Omar Alvarado, sobre su libro Así habló Zarrapastro; Tomás Álvarez, con Pucheros y Zurrones; Miguel Ángel Domínguez, con Norma Asturia y Juan Carlos García, con su novela La Groupie.
Tras un corto intermedio, el evento continuó con las intervenciones de Ricardo Magaz, con El Quinto Mandamiento; José Pedro Pedreira, sobre Versos a Oliegos; Armando Ramos, con Mitos y leyendas de la Montaña Libanesa, e Ignacio Redondo, con Veladas al amor de la lumbre. Por una cita médica de última hora, no pudo estar Rogelio Blanco, aunque el moderador comentó brevemente la obra que iba a presentar: Francisco Blanco Serrano: vida de entrega y servicio.
Junto a estas obras, hay que citar este año también la monumental Bibliografía pompeyana de Laurentino García (Villamejil, 1948), residente en Roma y que este verano no ha podido viajar a su tierra de origen.
El moderador, Amancio Fernández, condujo con brillantez el acto, destacando el vigor creativo que pervive en la comarca, una tierra donde fue siempre vigorosa la tradición oral, pero en la que la publicación de obras resultó prácticamente inexistente hasta el siglo XX. En este sentido y en opinión del moderador, eventos como el de las letras Cepedanas y Versos a Oliegos, sirven para sacar a la luz una importante labor creativa, que pone de manifiesto la sensibilidad de los autores del territorio.
Entre numerosos asistentes al acto, estuvieron los hijos de Eugenio de Nora, Eugenio y José, quienes agradecieron personalmente a los organizadores, la dedicación dada al autor nacido en Zacos.