ICAL

Vecinos de las localidades leonesas de Busnadiego y Piedras Albas, pertenecientes al municipio de Lucillo, afectado por el incendio de Yeres-Llamas de Cabrera, se afanan en defender sus casas de la amenaza del fuego.

“Esto es horroroso. Hemos hecho lo que hemos podido. La cosa está muy fastidiada” comentaba una mujer del grupo de personas que no había abandonado las localidades. “Mientras podamos, nos quedamos”, aseguró después de lamentar que las máquinas y los efectivos del operativo contra incendios llegasen muchas horas después de lo que les hubiera gustado.

“Nos van a perimetrar la zona y esperemos que puedan salvar las casas”, comentaban afectados también anímicamente por la proximidad del fuego.