Desde la Consejería de Movilidad y Transformación Digital y la USAL se ha venido desarrollado desde 2019 una nueva señalización inteligente, “que busca informar en tiempo real a los conductores sobre la probabilidad de irrupción de un animal en la calzada y que, solo si supera un cierto umbral de riesgo, se emite una señal de alerta”, ha señalado la consejera. Estas señales, al concentrar el aviso únicamente en momentos específicos, harán más difícil la habituación por parte de los conductores, “algo que sucede con otro tipo de ayudas a la conducción y que, en consecuencia, reducen su efectividad”, ha agregado.
El proyecto ha superado ya la fase de diseño experimental. Ahora, 30 unidades de este prototipo de señalización se han instalado en once tramos de especial concentración de accidentes con fauna de la Red Autonómica de Carreteras para evaluar su efectividad. Estos tramos se encuentran en las provincias de Burgos (CL-117, CL-632, BU-542, BU-820, BU-904, BU-925), Palencia (CL-615, CL-619), León (LE-125, LE-420) y Soria (SO-920).
El diseño final de la señalización muestra tres posibles niveles de riesgo: Apagado – advertencia de que se está entrando en un tramo de especial concentración de accidentes con fauna; Amarillo – advertencia de que se está entrando en un tramo de especial concentración de accidentes con fauna en un momento en el que el riesgo de irrupción de un animal en la calzada es mayor de lo habitual; Rojo – advertencia de que se está entrando en un tramo de especial concentración de accidentes con fauna en un momento en el que el riesgo es mucho mayor de lo habitual.
Esta señalización inteligente constituye una innovación a nivel mundial, en la que la Consejería ha invertido 370.000 euros.